Me gusta mucho Google+, creo que lo he escrito ya bastantes veces. Por eso me incomodan análisis superficiales como el que ha publicado Mashable: Should your company be on Google+?.
Mashable habla de las implicaciones en SEO (¿Alguien de verdad duda que usar la herramienta que Google está convirtiendo en su columna vertebral favorecerá el posicionamiento en Google?), la importancia de los hashtags y la creciente integración de Google+ en el resto de los productos de Google, citando el caso de YouTube.
No niego nada de esto, más bien al contrario.
Lo que me incomoda es la visión simplista del uso que una empresa hace (o puede hacer) de estos canales de comunicación.
Google+ a día de hoy no me permite segmentar por idioma (como sí hace Facebook, por ejemplo) ni por ubicación geográfica (cosa que también permite Facebook o el mismo Linkedin). Usar para esto la solución de los círculos, que es extraordinariamente flexible y útil para muchas cosas, requiere de una administración muy compleja y restringe visibilidad a las publicaciones fuera de los propios círculos.
Siempre quedaría la «Solución Twitter» que es crear una cuenta para cada idioma o zona geográfica. Esto tiene muchos puntos en contra: Desde las implicaciones relacionadas con la gestión de la identidad digital (Google+ es el eje sobre el que gira la gestión de la identidad desde el punto de vista de Google); hasta las que tienen que ver con cómo tus potenciales seguidores te identifican y llegan a ti.
Google+ es una herramienta fabulosa pero está todavía en vías de construcción. Hace diez meses hablaba de la falta de integración con YouTube para páginas de empresa y hace ya tiempo que está arreglado, pero Google Places sigue pendiente.
Creo que las empresas deben estar en Google+ (teniendo claros los objetivos, como cualquier otro canal) pero es pronto para hacer recomendaciones absolutas como las que se hacen en este post de Mashable, sobre todo si se desconoce (o al menos no se analiza con rigor) cuáles son las necesidades reales de las empresas.