Me han preguntado muchas veces por los motivos que me llevan a mantener este blog. A veces incluso yo mismo me lo he preguntado.
Y la respuesta no es sencilla, ni existe un único motivo.
Hoy diría que los motivos principales son dos:
- Mantener un «campo base» propio, que no depende de terceros, en el que centralizar lo más relevante de mi actividad digital. Facebook, Twitter, Linkedin pueden aparecer o desaparecer, como desaparecieron otros canales en los que también tuve cierta actividad como Jaiku, Google Reader o Friendfeed. O puedo dejar de usarlos porque dejen de gustarme o de inspirarme confianza. Pero no quiero perder lo más relevante de lo que vaya publicando allí. No quiero que sean mi campo base porque no son mi casa. Esta es mi casa.
- Tener un lugar público de reflexión que me ayude completar el proceso de dar forma a mis opiniones. La lectura de fuentes diferentes es parte importante, pero ponerme a escribir y reflejar en negro sobre blanco mis pensamientos y reflexiones me resulta casi imprescindible para completar el proceso. Muchos de los textos ni siquiera los publico, pero el proceso de sentarme frente a la pantalla en blanco me resulta muy útil. Algunos otros sí los publico, y ver cómo los comentarios que llegan los enriquecen, me parece el complemento perfecto.
Luego hay otros motivos, como entender los fundamentos de la tecnología que permite publicar, el funcionamiento de las cookies, o el SEO, o muchas otras cosas relacionadas con el hecho de tener presencia en Internet. No son prioritarios para mí, pero no puedo negar que tener vivi este sitio y haberlo cambiado de plataforma alguna vez, me ha ayudado.
Anotado. Las notas de Alberto nació como un lugar en el que guardar y compartir enlaces que me interesaban, algunas veces, las pocas en ese momento, con algún breve comentario. Con la llegada de Twitter dejé temporalmente de hacerlo. Ahora he recuperado esa costumbre y los etiqueto como enlaces.
Este no es un sitio de noticias, ni siquiera un sitio de opiniones. Es un sitio para hablar y compartir cosas que me interesa, me preocupan o simplemente me llaman la atención. En algunos casos opinaré, en otros no. Y aunque en algún texto me exprese de forma incluso vehemente, no considero que nada de lo que deje escrito aquí esté escrito en piedra. De hecho si como consecuencia de publicar algo recibo algún comentario o referencia que me hace cambiar de opinión, bueno, decía arriba que para eso es para lo que lo mantengo: para que me ayude a dar forma a mis opiniones.