Llevo semanas dándole vueltas a este post de Dioni Nespral.
Y por más vueltas que le doy no me veo capaz de poner en blanco y negro las sensaciones que me transmite.
Le decía esta mañana que tal vez esta desazón surge de que me veo capaz de defender todas las posibles posturas en este debate. O tal vez sea a que como cada vez escribo menos cada vez me cuesta más articular por escrito mis pensamientos.
Dice Dioni que es un craso error tener como objetivo retener el talento en la organización y que lo que hay que hacer con él es liberarlo en la línea defendida por Julen Iturbe-Ormaetxe.
Dice Dioni que
«No es posible que un talento […] retenido en la organización, rodeado de barreras y a las puertas de las mazmorras, sea una persona que se encuentre motivada, simplemente porque está retenido y probablemente bien tratado. ¿Son esas sus motivaciones?. Lo dudo.»
Pero yo creo que Dioni en el argumento tiene la explicación: creo que cuando se habla de retener el talento en realidad se está hablando de hacer que una determinada empresa sea el lugar que una determinada persona (que se quiere retener por su talento) elige como el lugar óptimo para poner ese talento a trabajar. Y cada persona se mueve por unas motivaciones diferentes. Para algunos será el dinero, para otros el reconocimiento, para otros la jerarquía, para otros la capacidad de interactuar con personas que les aporten y les enriquezcan, para otros…
Como gestor de una empresa me veo en la obligación de lograr unos objetivos de la manera más eficiente posible, y una forma clave para conseguirlo es lograr hacer de la empresa un lugar atractivo para las personas cuyas capacidades aportan valor a la organización y a los clientes.
Si retener a un buen cliente es siempre más barato que traer a uno nuevo ¿no se aplica también esta regla a los buenos empleados?
Entiendo que Dioni quiere decir que está cambiando el modelo de relación de las personas con las empresas de estructuras piramidales tradicionales a «redes sociales» en las que los trabajadores puedan poner sus capacidades al servicio de diferentes proyectos, pero creo que aún así las empresas deben esforzarse por retener lo que les ayuda a lograr sus objetivos.