Una de las cosa que me ha sorprendido más positivamente de estos dos años en EE.UU. ha sido la libertad y la tolerancia con la que se afrontan estos días.
No se felicita la Navidad sino las «fiestas», ni los niños celebran la función de Navidad sino la de «vacaciones».
En los colegios, en lugar de prohibir los símbolos religiosos se fomenta precisamente lo contrario: que estén representados los símbolos de todas las celebraciones que coinciden en estos días y se habla de ellas con absoluta normalidad.
En estas fechas, los Cristianos celebran la Navidad, los Judíos Jánuca, los Afroamericanos Kwanzaa y todos, independientemente de tener creencias religiosas o no y cuáles sean éstas, unos días de fiesta que compartir con familiares y amigos.
Quiero compartir con todos mis mejores deseos para estas fiestas. Sea lo que sea lo que celebres dedica unos segundos a pensar qué puedes hacer para que dentro de doce meses el balance que hagas mirando hacia atrás te llene de orgullo y felicidad.