Bloomberg nos cuenta la última:
In New Orleans Monday, a major medical organization attempted a feat perhaps as hard as treating the disease doctors were there to discuss. They asked a packed convention hall of attendees not to tweet the confidential, market-moving data they had flown in to see.
It didn’t work.
Fuente Can a Bunch of Doctors Keep an $8 Billion Secret? Not on Twitter.
Todos los días hablamos y leemos sobre transformación digital, el impacto de las tecnologías en los negocios, ideas disruptivas, macrodatos, etc. y nos olvidamos de que hay quienes todavía no se han enterado de que las cosas han cambiado «un poco» en los últimos años.
Ponerse delante de un grupo de cientos de personas equipados con smartphones, tabletas y portátiles de última generación conectados a internet en una convención a la que van para estar al día de los últimos avances en su campo profesional y pedirles que guarden secreto absoluto sobre lo que van a ver y escuchar es como pedirle a un niño de tres años que se quede sentado sin moverse durante una hora: Es no entender lo que estás pidiendo.
Y cuando lo han compartido pedirles que lo borren es no entender cómo funciona internet a estas alturas del Siglo XXI.
Estas cosas podían funcionar hace años cuando la única forma que tenían estas personas de hacer salir la información eran llamadas de teléfono después del evento o conversaciones de bar pero ¿hoy?
Sigo pensando que la gran barrera para la transformación digital (o como le queramos llamar) es entender el mundo en el que vivimos y darnos cuenta de que muchas de las cosas y de los comportamientos profesionales (y personales) que aprendimos en el pasado ya no sirven, que tenemos mucho que reaprender.
Mientras tanto seguiremos llevándonos disgustos como este que se ha llevado Novo Nordisk:
Novo’s shares fell 5.6 percent to 343 kroner, for their biggest one-day drop since February — confirmation of how important the information was to the market. The decline represented about a 52 billion kroner ($7.77 billion) decline in market value
Una caída de 7.770 millones de dólares en el valor en bolsa suena a que es un disgusto importante. Y todo por pedir algo absurdo.