Mira qué casualidad, me pongo a escribir sobre transformación digital y me encuentro con que Bernardo Crespo se me adelanta con sus mentiras sobre Transformación Digital (así, con mayúsculas).
Tengo la sensación de que con esto de la transformación digital está pasando como pasó con el CRM: que algo que es más una cuestión de trabajar de una forma diferente aprovechando las nuevas herramientas que tenemos a nuestro alcance, lo están cogiendo las grandes consultoras y lo están convirtiendo en una excusa para vender paquetes de software que al final se están quedando con el nombre del concepto.
Bernardo termina su reflexión diciendo:
Quizá el camino hacia la transformación digital pasa porque las grandes compañías dejen de confiar el cambio digital a los que siempre han confiado su estrategia tradicional.
Y estando de acuerdo con eso, yo lo formularía de otra forma, porque entre quienes han definido esa estrategia tradicional puede haber algunos que sí sean «reaprovechables».
En mi opinión, las compañías deben confiar el cambio digital a quienes ya lo han abrazado. A quienes ya se han aburrido de Twitter
A quienes ya no piensan en «lo digital» como algo forzado o paralelo, a quienes lo consideran una parte natural de su día a día.
¿Le confiarías la estrategia de movilidad de tu negocio a alguien que no usa teléfono móvil, o que lo empezó a usar hace unas semanas?
Esto no va de software, la nube o el big data. Como dice Gonzalo, esto va de comunicarse, de crear redes. Las herramientas están ahí, solo quienes ya están maduros en su uso y adopción pueden transformar las organizaciones porque ya se han transformado ellos mismos.