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Consejeros en un mundo digital

Recuerdo que cuando estaba cursando mi máster en administración de empresas, tuve una interesante discusión con el profesor de ética porque yo defendía que el estudio de la ética en la empresa (asumiendo que esto sea algo que se deba estudiar y no algo que se lleva de serie) debía ser algo que estuviera integrado en todas y cada una de las asignaturas, y que el hecho de aislarlo como una asignatura independiente llevaba a la paradoja de que otros profesores, en sus recomendaciones, dijeran cosas como: «si le preguntas al profesor de ética te dirá que… pero lo cierto es que en la vida real…», y no es un caso hipotético sino algo que realmente sucedió en alguna clase.

Y ahora cuando leo cosas como esta:

Many boards have concluded that an important way to prepare themselves for the kinds of decisions they will need to make is to have a director with serious experience in digital around the board table

Why You Need Digital Expertise in the Boardroom

tengo una sensación muy parecida a la que tuve en aquel momento.

Porque me da la sensación de que no basta con el mero hecho de marcar la casilla de «consejero con experiencia digital» para que el Consejo de Administración pueda hacer correctamente su labor. Si la labor de un Consejo es, resumiendo, velar por los intereses de los accionistas y aprobar y controlar todo lo relacionado con el rumbo estratégico de la compañía ¿no parecería razonable pensar que todos los consejeros deben estar al día de las fuerzas que mueven el mercado, de cómo se comportan los clientes, los empleados, los proveedores… y cuáles son sus expectativas, de cuáles son las capacidades que habilita la tecnología, etc.?

El artículo acaba diciendo

Many boards make the mistake of assuming the company is digital once it has a digital director or digital strategy, underestimating the cultural aspects of digital. Digital needs to become part of the DNA.

Y así es exactamente como lo veo yo, con el matiz de que a mí la cuestión cultural me parece algo secundario. Lo prioritario aquí es que vivimos en el Siglo XXI que si un consejo de Administración tiene que aprobar esa estrategia digital, no sé cómo lo va a hacer si solo uno tiene claro lo que significa y lo que implica, y se puede caer en el error de que esa estrategia digital acabe no siendo parte natural de la estrategia global de la empresa sino un camino con destino propio desligado de los objetivos generales de la empresa.

Y no, con esto no quiero insinuar que hay que cambiar los consejeros de muchas empresas. Más bien al contrario. Cuando he hablado con personas con esos niveles de responsabilidad su conocimiento del mundo en el que viven está muy actualizado, mucho más de lo que mucha gente se piensa. Lo que quiero insinuar es que ya va siendo hora de que dejemos de hablar de «lo digital» como algo que no es parte del mundo en el que estamos y de que hay que abordarlo por separado.

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