Parece que 2012 ha sido de lejos el año en el que he tenido menor actividad en Anotado. Menos de un tercio de lo escrito el año pasado, casi un cuarto menos que en 2010…
No sé si es bueno o malo, no me siento especialmente culpable, no creo que haya compartido menos ni participado menos que otros años, no creo que esto haya hecho que mi «huella social» haya sido más pequeña.
Ha sido el año en el que mi cuenta de Google+ ha empezado a ocupar una parte más relevante dentro de mi actividad conectada, desplazando a Anotado y, sobre todo, al correo electrónico, en ciertos casos incluso a Twitter y ocupando un espacio que, en mi caso, nunca llegó a ocupar Facebook. El año del despegue de Pinterest, que he empezado a explorar tímidamente y en el que he empezado a compartir de forma más sistemática en Linkedin. El año en el que, con gran dolor de mi corazón, he dejado definitivamente Friendfeed.
Cada día es más evidente que vivimos tiempos de conversación dispersa, en los que es complicado llevar un seguimiento de lo que pasa alrededor de un tema o de un contenido concreto. Complicada solución tiene este problema. Los intentos de encontrar agregadores de toda la actividad social han ido cayendo por el interés de los grandes de ocupar ese espacio bien ahogando las iniciativas existentes o incipientes, bien directamente no permitiendo su integración en ellos, con lo que pierden valor desde el principio.
Las soluciones que se dan a la integración ofrecen utilizar un canal (Twitter o Facebook) para difundir la actividad que se tiene en otros canales, mientras que la utilidad real que yo demando es poder incorporar en un solo canal la actividad que terceros realizan alrededor de mi contenido generado donde sea que lo haya difundido. El consumidor de esa información sería yo mismo. Un poco como sucede con los agregadores RSS pero centrado en la actividad social alrededor de mis opiniones, contenidos, enlaces… Lo dicho, complicado.
No deja de rondarme en la cabeza que lo disperso de la conversación hace en realidad que los blogs cobren aún más sentido, pero la facilidad de llevar en el bolsillo un dispositivo que agrega todos los canales dispersos hace que sentarse a escribir me cueste más cada día. A lo mejor resulta que el agregador no es un servicio en la web sino un dispositivo.
Al tiempo.
Y mientras tanto, feliz año 2013.