Hablaba la semana pasada con Pepe de la Peña y Dioni Nespral sobre los casos de grandes empresas que últimamente están dando el salto a los «medios sociales» y que nos están dando bastante de qué hablar.
A todos nos llamaba la atención cómo algunas, se presentaban en estos medios con una personalidad y un tono diferentes a los que tienen en el resto de medios tanto on como off line.
Comentábamos que, muchas veces, estos saltos se deben a «emprendedores internos«, que ven claramente la oportunidad que existe y tratan de romper con la inercia y la burocracia de sus organizaciones.
Me sentía y me siento identificado con ellos, porque he estado en ese barco.
Es una labor muchas veces frustrante, y se corre el riesgo de vencer la resistencia interna dándole la espalda, rompiendo con ella y saliendo adelante con la pasión que llevas dentro como única bandera. Y buscando lo que tú crees mejor para la organización tratas, no sólo de sacar adelante esa iniciativa sino, ya que estamos, de romper con todo lo que no te gusta de ella.
El problema es que el resultado final puede suponer una imagen idealista, mejor que «la otra», pero que no encaja con la realidad de la empresa a la que representa. Y esto el consumidor, usuario, cliente, …, lo percibe, y reacciona normalmente con incredulidad y escepticismo.
Es complicado, duro para los que creemos que se pueden cambiar las cosas, tal vez el resultado final no sea como nos gustaría que fuera, pero la única personalidad que una empresa debe tener en Internet es la suya propia, por consistencia y porque de esa forma será mucho más sencillo que toda la organización incorpore Internet a su día a día.
¿O no?
Paco:
Yo creo que el primer paso es que esos que toman las decisiones ejecutivas vean que la viralidad de Internet es independiente de la presencia que la empresa tenga en Internet.
Hace unos años hice una breve reseña de una presentación que hice a varios altos directivos. Me consta que a alguno se le abrieron los ojos.
Es difícil vencer la resistencia en casi todo, pero la lucha de lograr el cambio es la que merece la pena.
Alberto,
Tal como lo veo, y tú sabes mucho más de eso porque lo has vivido, es extremadamente difícil vencer la resistencia de los que toman decisiones ejecutivas y hay ocasiones en las que ese "push ahead" puede costar más de un disgusto a esos emprendedores internos.
Creo que lo que realmente asusta es tirar la cortina tradicional del marketing convencional en el que los valores de la empresa siempre son diferencialmente positivos y todo es bonito y perfecto. La idealización de la percepción es lo importante, no la realidad sea ésta buena o mala.
Hay miedo a reconocer errores en tiempo real ante los clientes y las repercusiones que ello pudiera representar en un medio viral como internet. Sin embargo, creo que reconocer errores y defectos lejos de perjudicar a una empresa la hacen más humana y cercana. La transparencia debe formar parte de los valores de una empresa, más allá de que sean o no 2.0.
Aripaco
Efectivament. Esa lucha es, a pesar del peaje a veces incómodo, un reto que compensa personal y profesionalmente y que hace que las cosas puedan cobrar un sentido de utilidad.
Aripaco