Acabo de leer el post de Julio Alonso sobre su aventura con Electronic Arts, y si quitamos lo triste y lo lamentable de que un directivo de una empresa aparentemente seria mande un correo electrónico como ese, en el que se pone él en evidencia (Julio muy elegantemente omite su nombre) y pone en evidencia a su empresa, quiero sacar una lectura positiva.
Hace mucho tiempo, en mi otra vida, hablaba de que la mayor parte de las empresas no «escuchaban» y la pocas que lo hacían no sabían cómo reaccionar. Ahora parece que ya hay muchas más que escuchan y tienen claro cómo reaccionar (aunque se equivoquen de principio a fin como es el caso).
Ya le pasó entonces algo parecido a Axpe, o a Alfa Romeo, que escucharon, actuaron y se equivocaron.
Enhorabuena a Julio por haber creado un imperio de comunicación tan poderoso que da miedo. Cuenta con todo mi apoyo.