Los países en los que el fútbol es el deporte rey deberían avergonzarse de que tengan que venir de un país en el que es un deporte marginal a destapar las vergüenzas de la organización que lo rige internacionalmente.
Avergonzarse en lo social y político y preocuparse en lo deportivo, porque si lo tienen en el radar, por algo será.
Me da a mí que en unos años todos empezamos a llamarle Soccer y que los éxitos de la selección de EE. UU. en el último mundial masculino (porque en el femenino ya hace tiempo que arrasan*) no se van a quedar en una anécdota.
(*) Texto entre paréntesis añadido después del acertadísimo comentario de Gonzalo.
En el fútbol femenino ya lo son. Ah, pero que ese no cuenta. Los demás, es decir, el resto del mundo, ya podemos retarles en baloncesto. Todo es cuestión de ponerse.
Espera, que hablabas de corrupción. Cómo será el tema que se han metido estos… y los rusos protestanto porque es una maniobra. Si lo es, debe ser simultáneamente cierto a que la FIFA es una vergüenza.
Pero siempre lo sospechamos.
Gonzalo, cómo me gusta leerte por aquí 🙂