Cuando hace ya más de diez años me hice cargo del área de Internet, ebusiness o como le queramos llamar, de una gran empresa española, una de mis principales preocupaciones era cómo mantener «viva» la presencia de esa empresa en Internet.
Porque el contenido comercial y principalmente transaccional teníamos claro cómo solucionarlo, los recursos que dedicarle y los objetivos que teníamos; incluso era razonablemente obvio el beneficio directo que la empresa y los usuarios de la web obtenían con esos contenidos/servicios. Pero el contenido «editorial» era el gran reto.
¿Cuál es el enfoque?
¿Quién escribe?
¿Quién se compromete a mantener una frecuencia razonable?
¿Cómo ayuda esto a los objetivos de la empresa?
No logré dar una solución consistente que no pasara por buscar fuera quien generara esos contenidos y pagar por ellos, lo que complicaba bastante la correlación entre textos y objetivos estratégicos.
Y no era un problema de conocimiento ni de no tener nada que contar, era un problema de estructura, de organización, de visión del potencial del medio, de falta de convicción en el potencial de transformación que Internet tenía entonces y sigue teniendo; de procesos que requerían muchas validaciones antes de poder publicar un texto.
Cuando ahora leo textos como éste en Openforum no puedo dejar de pensar en las dificultades que muchas empresas siguen teniendo hoy para poder llevar estas recomendaciones a la práctica. Los objetivos no han cambiado, lo que se puede conseguir, hoy hablando de blogs, ayer de la propia página web corporativa, sigue inmutable, …, igual de inmutables que las dificultades de que empresas con organizaciones y objetivos del siglo XX tienen para encontrar la forma de comunicarse por estas vías de una forma ágil, dinámica y eficiente.
Para muchas cosas seguimos igual que hace diez años.
Un comentario lanzado a vuelapluma… ¿por qué cuesta tanto que la gente escriba y lo vea como una pérdida de tiempo – o tenga la excusa del tiempo – dentro de las empresas? ¿Falta de sentido para el razonamiento e interés por el análisis, el contraste y compartir el pensamiento? ¿Miedo a la jerarquía e incluso al qué dirán interno? ¿Falta de sofisticación técnica de las plantillas porque son actividades poco técnicas? En realidad, ¿lo único que escribieron en la universidad fueron los apuntes y los examenes, esa forma de copy-paste? Y si no hubo universidad, la escuela común.
Sin datos, los comentarios que me llegan es que es frecuente y sencillo que aparezcan bloggers en las corporaciones americanas y, como me dijo alguien tras preguntarle a su jefe gringo sobre el miedo a esto, resulta que allí entienden que si lo han contratado y es digno de trabajar con ellos tiene el sentido común suficiente y la responsabilidad para saber qué hacer con su libertad para escribir: es decir, el chascarrillo y el secreto de estado no van a ser su materia.
Los blogs son, ante todo, mecanismos de reflexión y discusión (en su plano más intelectual, no en el de la discrepancia, que también) y de la riqueza de reflexiones (comunidades conversacionales) surge conocimiento. Y aquí es quizá donde está el problema final: si no hay curiosidad intelectual en compartir y exponerse a razonar en público y muchas veces con el público, difícilmente tenemos bloggers en la organización. Lo otro es miedo a la propia organización.
Con todo esto no digo que haya sido tu caso, es una reflexión genérica. Mato por tu punto de vista.
No mates, que no hay punto de vista que lo merezca.
Mi punto de vista: creo que es un poco de todo lo que dices.
En España no nos educamos para expresar nuestras ideas, ni por escrito ni verbalmente. En el sistema educativo no hay clubs de debate, ni periódicos de estudiantes, ni se incentivan las presentaciones públicas en clase. Vivimos en un entorno en el que se calla en las reuniones y se opina después en el bar.
Nos da miedo el qué dirán, que luego se use contra nosotros. Desde luego no nos movemos en entornos como el que describes de los bloggers en empresas en Norteamérica (que no en empresas americanas, que cuando están aquí dejan de ser como allí).
En fin, que cambiar esto requiere de cambios en el sistema educativo y después una renovación generacional para que esto llegue a las empresas.
Ah, y bienvenido a Anotado.