Vía blogs.wsj.com
El Departamento de Salud de Nueva York ha publicado este vídeo en el que muy gráficamente se dice que tomar una bebida azucarada al día supone engordar 11 libras (alrededor de 5 kilos) al año.
No parece que el dato esté basado en cálculos muy científicos (aunque como dice WSJ es suficiente para un vídeo en YouTube): 365 refrescos azucarados son 54.750 calorías, lo que el Departamento de Salud traduce en 11,7 libras.
¿Es este realmente el punto clave del problema de la obesidad en EE.UU.? ¿Las «sodas» (como les llaman allí) son el origen del problema? Porque cuando un tercio de los lineales de un supermercado son de productos congelados y hay familias enteras cuyo principal proveedor de comida son las grandes cadenas de comida rápida, parece que culpar sólo a las bebidas es simplificar bastante las cosas ¿no?