Supongo que es inevitable que cuando sube la tensión se radicalicen los argumentos de los bandos enfrentados, y me parece que eso es lo que está pasando inexorablemente en el caso de las descargas/piratería/contenidos…
Hace unas semanas Julio Alonso daba su opinión sobre la situación, como también periódicamente la dan Enrique Dans y muchos más.
Yo también he dado en alguna ocasión mi punto de vista, muy a medio camino de los dos extremos, y habrá quien me tache de tibio y de no querer mojarme, pero es que creo que ninguna de las dos partes está haciendo sino radicalizarse en sus posturas.
Y esto tiene como consecuencia inevitable que, si bien cada vez parece más lejos una avenencia, cada vez ambas partes están más cerca en sus planteamientos dialécticos.
A pesar de mi formación jurídica, y de haber leído recientemente (muy por encima, todo hay que decirlo) la Ley de Propiedad Intelectual, me parece que el tema legal aquí es el menos relevante, al menos en cuanto al debate de marras, a pesar del esfuerzo que ambas partes hacen en (acercándose en su dialéctica) querer usar una interpretación a veces subjetiva e interesada las leyes (o partes de ellas) como argumento para sus divergentes posturas.
Cada vez que me aproximo a este tema me encuentro con lo siguientes hechos que ambas partes (ora una, ora la otra) parecen querer ignorar:
- La tecnología ha creado en los últimos años herramientas que abren formas de distribución que antes no podían ni pensarse. No podían pensarse ni por los que tenían su negocio sobre la antigua forma de distribución ni por los legisladores que lo regularon. Esto es un hecho, y puede afrontarse de dos formas: tratando de parar la marea o redefiniendo el modelo de negocio. Y me temo que cuando viene la marea no hay mucho que hacer, así que…
- El principio básico de las licencias Creative Commons, apoyadas masivamente por parte de muchos de los defensores de compartir libremente en Internet, es respetar la decisión que el autor toma sobre cómo quiere que se comparta su obra. Yo decido qué licencia elijo para mis posts, mis fotos de Flickr, mis… y cruzo los dedos para que se respete mi opción. Esto es un hecho, y también puede afrontarse de dos formas: respetando la voluntad del autor (incluso la de músicos y cineastas) o aplicando la ley del embudo: sobre mis obra decido yo y sobre la tuya… también. Como en el punto anterior creo que la opción también es clara.
- Las leyes (en las que, insisto, no debemos buscar la solución al tema) no se aplican leyendo sólo la parte del párrafo que más nos interesa. Hay que verlas en su conjunto y no olvidar nunca la ratio legis, lo que suele aclarar muchas dudas respecto a lo que el legislador pretendía en su momento, independientemente del tiempo que haya pasado.
- Es legítimo que quien hace una inversión (de su tiempo, de su talento, de medios económicos o materiales, …) quiera obtener una rentabilidad a la misma.
- Es legítimo, asimismo, que quien consume un bien quiera elegir el medio que le resulte más cómodo o conveniente para quiere acceder a él.
Luego vendrán los argumentos de si es delito o no es delito, de si es legal o no es legal (que por cierto, como alguno todavía no lo tiene claro: algo puede ser ilegal pero no ser delito por no caer en ningún ilícito penal), de si el canon, la copia privada, etc. que son muy dados a alimentar la demagogia y a interpretación interesada cuando no se quiere entrar realmente al fondo del asunto, que no es otro más que encontrar la forma en la que los creadores pueden obtener una retribución por su trabajo y los consumidores un acceso a esas creaciones de la forma más eficiente posible. Todo lo demás es demagogia o arrimar el ascua a la sardina de uno.
Mientras unos quieran mantener un modelo de negocio que no se adapta a los tiempos, y otros seguir obteniendo libremente lo que les interesa sin respetar la voluntad del autor (lo que en esta polémica implica pagar por ello) no llegaremos a ningún sitio, y ganará el que tenga más capacidad de influir sobre los legisladores.
Mal negocio si la única forma de encontrar una solución es la vía legislativa.
Concluyendo: que sigo teniendo esa postura (tal vez tibia) que me mantiene en el centro entre las partes, y que siento que a pesar de ello cada vez estoy más lejos de ellas, aunque ellas cada vez estén más cerca.
Actualización 29/9/2009
Con el cambio de plantilla se perdieron los comentarios de Haloscan.
Pongo aquí el enlace que lleva a ellos para no perder el muy interesante debate que se generó.
Comentarios a «Los extremos se tocan».
De todas formas agradecería que si alguien tiene la tentación de escribir un nuevo comentario, lo haga en el formulario del blog y no en el de los comentarios.