Mi hija mayor tiene siete años y el martes mandó su primer correo electrónico sin necesidad de ayuda por parte de nadie.
Es la única manera que tiene por el momento de contactar desde aquí con sus amigas de Madrid, aunque supongo que en cuanto vea que Skype no es sólo para hablar/ver a los abuelos sino que también lo puede usar con más gente no tardará mucho en descubrir mensajerías instantáneas, etc.
Si siguiéramos en Madrid habría tratado de evitar que empezara tan pronto, pero en estas circunstancias debo reconocer que he sido yo quien le ha empujado y ha convencido a los padres de sus amigas de que les abran cuentas de correo.
Eso sí, como me escriba raro, vamos a tener más que palabras ;-).