Este verano he estado en Costa Rica, repitiendo un viaje que hice hace ya diez años.
Era un país maravilloso entonces y lo sigue siendo, un destino turístico muy recomendable, sobre todo para los que disfrutamos de la naturaleza en estado salvaje.
En el Parque Nacional Tortuguero encontré un pequeño restaurante en cuya puerta, muy visible, habían colocado el cartel de la imagen.
Supongo que los propietarios del local, sorprendidos por las prisas de algunos turistas, han querido dejar clara su visión del más habitual «Reservado el derecho de admisión».
Es increíble que nos tengan que recordar que estamos de vacaciones incluso cuando estamos perdidos en medio de la selva.