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Tabaco y libertades (II)

Fernando dice que le gusta fumar, incluso considera que le alarga la vida.

Dice que no le gusta la nueva Ley del Tabaco porque considera que el Estado se está entrometiendo donde no le llaman (a la vista de la mayoría de comentarios de su post yo diría que se equivoca, que sí hay algunos que le llaman).

Yo ya me manifesté en este tema polémico del tabaco.

A mí tampoco me gusta que el Estado tenga que regular sobre cosas que deberían solucionar las personas con tolerancia y respeto: aparcar en doble fila, beber en la calle, ruido en locales abiertos por la noche, tirar basura, …, pero la realidad nos dice insistentemente que si el Estado no regula estos comportamientos (e impone esa regulación con medidas coercitivas) la tolerancia y el respeto no son suficientes.

Le parece «inaudito que haya que obligar al fumador a salir a la calle». No dice nada de la situación anterior en la que era el no fumador el que debía salir a la calle, y tampoco tenía habilitado un espacio a cubierto.

Esto es difícil, pero cuando tienen que entrar las leyes (y aquí han tenido que entrar) hay que poner puertas al campo.

Yo creo que con esta Ley Fernando puede estar seguro de que tiene la libertad de fumar todo lo que quiera, entendiendo la libertad como la facultad de obrar con responsabilidad y respeto.

Respeto a los que no quieren hacerlo.

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