Increíble, los blogs sirven para algo.
El otro día mi mujer me mandó un correo-e diciendo «gracias a tu amigo Fernando voy a llevar a las niñas a Cortylandia.»
Yo me quedé con la mosca detrás de la oreja, no sabía cómo ella (nada bloguera y a veces bastante crítica con esta afición mía, por cierto) había llegado a contactar con Fernando ni qué tenía que ver él con el evento, pero hasta ayer no me acordé de preguntarle.
Después de brujulear por la web de El Corte Inglés en busca de los horarios y no encontrarlos buscó en Google Cortilandia, y el primer resultado era de Abladías. ¡Hasta le puso un comentario!
Fernando, creo que hemos captado otra adepta para la causa.