Está de moda esto de mandar las felicitaciones de Navidad por correo electrónico.
Este año sólo he recibido cinco en papel, cuando otros años se contaban por decenas.
La idea es muy buena: barata, no se gasta papel ni franqueos, no sobrecargas a las personas encargadas de recoger y repartir correo, es inmediato, …
Pero el problema es que hay mucho inconsciente que manda la felicitación dejando visible la lista de destinatarios (ya hablaba de esto en Spam y cabeza). Y estoy recibiendo un montón de mensajes de gente a la que no conozco y que me manda mensajes navideños (algunos de muy dudoso gusto como el de Ozú).
Un compañero en su felicitación ha escrito este año que lo que le hace ilusión en estas fechas es que le recuerden, que en un momento determinado alguien piense en él, como amigo, compañero…. Lo comparto. Si ésta es la esencia de las felicitaciones estos mensajes indiscriminados son enviados por simples spammers navideños.
Felices fiestas a los lectores de Anotado.
Os recuerdo en estas fechas, me habéis acompañado mucho este año.