Hoy me despierto con la noticia de que cierra Hashable. Son unas pocas iniciativas las que han ido cerrando en los últimos meses, y en bastantes de ellas, de las que soy (era) usuario más o menos esporádico, más o menos habitual, han tenido el detalle de comunicarlo por correo electrónico con instrucciones precisas del sistema que han habilitado para exportar la información que se había almacenado en ellas.
Me da envidia.
Me da envidia que haya entornos en los que se tenga el detalle de avisar al usuario de que se cierra, sobre todo teniendo en cuenta que ese usuario no paga nada.
Me da envidia que se piense tanto en ese usuario como para dedicar los últimos esfuerzos de desarrollo a habilitar la posibilidad de descarga de datos.
Me da envidia que haya entornos en los que se pueda abrir y cerrar iniciativas como esta.
Pero sobre todo me da envidia que haya sociedades y culturas en los que esto no se vea como un fracaso sino como un intento de generar valor y, sobre todo, como un enorme aprendizaje para quienes han estado involucrados en el proyecto, y se vea como un activo real para futuros proyectos o trabajos.
Enhorabuena a los chicos de Hashable por lo que desarrollaron y por lo que se llevan en la mochila.