Hace unos días, encontré gracias a esa maravilla que es Technorati un post de una persona que contaba su experiencia: había intentado trabajar con nosotros, pero no se le había seleccionado.
Esta persona hacía en su post consideraciones sobre quien le había atendido y se hacía preguntas sobre la idoneidad del perfil y del proceso. No pongo en duda que alguna de sus quejas estaban totalmente fundamentadas, no así el tono de varias de ellas.
Al leer su post me puse inmediatamente en contacto con la persona que le había atendido, le remití el enlace al post y le expliqué lo que es un blog.
Al día siguiente me mandó un correo diciéndome que se había puesto con contacto por teléfono con esta persona para darle algunas explicaciones sobre el proceso y que esta persona le había manifestado su sorpresa de que estuviera leyendo su blog, incluso se lo llegó a recriminar bajo el argumento de que ese blog es algo personal.
Sorprendente.
Escribe un blog, sabiendo que está en Internet a la vista de todo el mundo, y cuando alguien le dice que lee lo que escribe le contesta que es personal y le pregunta por qué lo lee.
En el blog de esta persona no hay ningún post haciendo referencia a esa conversación.
Yo habría preferido que le pusiera un comentario, pero creo que la llamada de teléfono ha dado conclusiones más jugosas.