Pharming, el nuevo invento de los malos.
Frente al phising, que es como lanzar la caña a ver quién pica, llega el pharming, algo mucho más sofisticado: Consiste en modificar el DNS del ordenador para que cuando el usuario crea que está accediendo a una determinada página web (su banco, por ejemplo), realmente esté accediendo a una página web falsa.
Ya no basta con tener cuidado y usar la cabeza.
Lo dicho, aterrador.