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La conversación está en un pozo

Conversación en un pozo

Gracias a un comentario de Amalio en Facebook me acuerdo de una entrada antigua sobre la dispersión de la conversación. Y si en 2009 surgían preguntas sobre el tema, hoy no sé si tenemos respuestas, pero sí tengo la certeza de que hemos estado cavando desde dentro del pozo, y ahora no podemos salir.

Antes solo teníamos los blogs. Llegábamos a ellos de forma periódica a ver qué habían dicho los autores. Y comentábamos allí o, si era una respuesta muy elaborada, en nuestro propio blog con enlaces a la fuente. Incluso los más sofisticados lo agregaban en el propio blog mediante Trackback de forma que todo quedaba en casa.

Luego llegó Bloglines y nos permitió a los lectores agregarlo mediante RSS, y acceder a las novedades tan pronto se publicaban. Seguíamos comentando en el origen (los comentarios que se mandan por correo electrónico nunca los hemos tenido en cuenta porque no eran públicos).

Con la llegada de Google Reader (DEP) o de Friendfeed (también DEP aunque siga activo) y de algunos más, los comentarios empezaron a salir del origen, aunque por decisión del lector, no del autor. En este momento ya nos empezábamos a quejar de que la conversación se empezaba a dispersar. No sabíamos dónde nos estábamos metiendo.

Luego llegó la explosión social, y los propios autores fueron (fuimos) los que decidieron enlazar sus publicaciones en la gran variedad de entornos sociales que tenían a su disposición: Twitter, Facebook, Linkedin, Google+ (por citar los más conocidos de entre los que siguen activos).

Y claro, se dispersó la conversación. Y los propios autores tenemos nuestra parte de culpa. Hemos cavado el pozo tratando de dar visibilidad a lo que publicamos enlazando a diestro y siniestro y ahora nos quejamos de que la conversación está allí donde la hemos llevado: dentro del pozo que nosotros animosamente hemos cavado.

Y luego, además, los lectores, como antes, siguen llevando el contenido donde quieren con muchas más herramientas a su disposición.

La tormenta perfecta.

Entre +1’s, RT’s, Me Gustas, Favoritos, comentarios… es imposible poder hacer un seguimiento de la conversación que se genera a través de algo que publicamos.

Lo que no tengo claro es que esto sea esencialmente malo. Hay más conversación, eso es indudable. El contenido llega a más personas y más personas comentan de una forma o de otra. Tal vez si todos los comentarios o valoraciones estuvieran en un solo sitio no se producirían tantos y por tanto la conversación sería más pobre.

¿Que esto hace que el autor se lo pierda? Bueno, eso es parte de la esencia de esta sociedad colaborativa que nos ha tocado vivir: si ponemos algo a disposición de la «comunidad» sale de nuestras manos y, por tanto, de nuestro control.

Y esto hablando de blogs, que si nos ponemos a hablar de fotografía desde los orígenes de Flickr hasta ahora…

PD:
Si has llegado hasta aquí sin tener que ir a Wikipedia a ver qué es Bloglines, Friendfeed, RSS, … es que has pasado por este proceso 🙂

Imagen: en:User:Olesachem at The Manhattan Well Diggers at en.wikipedia [CC BY-SA 3.0 or GFDL], from Wikimedia Commons

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8 comentarios en «La conversación está en un pozo»

  1. Hola, Alberto:
    Un placer leerte. Compartimos algo sobre el tema en el hilo que abrimos en Facebook. Tienes razón que la conversación se dispersa. Eso es inevitable, y como bien dices, yo tampoco creo que sea necesariamente malo. En ese caso, puede que la dispersión se compense con más visibilidad. Tiene como ventaja que te expone a colectivos distintos (te abre a nuevos "lazos débiles" que probablemente no irían a tu blog).
    Pero yo creo que el "problema" está en otro sitio. Es la cultura del Like, o sea: no comentar, no conversar, sino solo votar, para poder salir corriendo a otro sitio. Aumenta la exposición a nuevos contenidos, y entonces prima la cantidad vs. la calidad.
    Por otra parte, Alberto, esa dispersión no tiene por qué ocurrir si al final terminaramos comentando en los textos originales, o sea, en los blogs, como hago yo habitualmente => Yo puedo descubrir tu post en Twitter, Facebook, LinkedIn o Google+, pero es solo un enlace. Lo que hago es pulsar ese enlace, leer el texto original, y comentar ahí. Uso esos canales para descubrir/filtrar esos contenidos, pero concentro la conversación en la fuente original. Cuando yo publico una entrada en FBK, un enlace a un post nuevo que he publicado, no busco que la comenten ahí. Lo más lógico es que lo hagan en el propio blog, una vez que han leido el post. Ya que llegaron alli, no hace falta que vuelvan a FBK para comentar. Asi que el problema de fondo, a mi modo de ver, es la pereza de escribir y la dispersión de atender demasiadas fuentes. Un abrazo 🙂

  2. Alberto, Amalio, totalmente de acuerdo con vosotros.

    A mayor disponibilidad de plataformas, mayor dispersión de las conversaciones.

    En cualquier caso, este proceso se agudiza por dos motivos:

    1.- Mucha gente comparte sin leer previamente lo que está "recomendando".
    2.- Comentar con el objetivo de aportar algo valioso exige cierto esfuerzo. Compartir o seleccionar "me gusta", no.

    Pero bueno, eso también incrementa el valor de las interacciones que se producen 🙂

    Saludos

  3. Amalio:
    Un placer tenerte por aquí.
    Completamente de acuerdo con lo que dices de la "cultura del like". Es algo que percibo como inherente a los tiempos. Todo es más superficial, no nos tomamos tiempo para analizar, reflexionar y presentar argumentos y opiniones. Como dice JFA en su comentario, se comparte, se recomienda, sin leer.
    No sé si es algo que personalmente quiero solucionar. Posiblemente cuando comento en un blog busco algo distinto a cuando lo hago en otros sitios. No siempre quiero dirigirme al autor, sino a otras personas.
    En fin, que quien encuentre la solución que me la cuente 🙂

  4. JFA, qué gusto verte de nuevo en esta casa.
    No puedo estar más de acuerdo contigo, aunque creo que lo que describes va ganando terreno peligrosamente al análisis y a la reflexión, y eso, lamentablemente, no solo ocurre con los comentarios de cosas más o menos irrelevantes como esta entrada en este blog, sino que empieza a afectar a cuestiones que afectan a nuestro día a día como sociedad.
    Y me da miedo.

  5. Por algún motivo, tenía el feed de comentarios ausente del lector de RSS. Así que hay conversaciones que no te he seguido. Como debo ser el último mohicano que sigue comentarios vía RSS, es bueno recordar que la muerte de estos instrumentos frena la conversación. Y se desplaza a sitios donde la interacción tiene menos fricción. Pero, la conversación, ya sabemos que está sobrevalorada. Importa el quién y el cómo. Y eso sólo es válido para nichos perdidos. En todo lo que sea masivo (y ahora todo quiere ser masivo) las lineas de comentarios tienen, en mi opinión, un valor más que dudoso aparte de que usuarios sin otra cosa que hacer se enganchen como perros en discusiones que generan páginas vistas y, por tanto, impresiones que se venden a precios de risa a redes de anunciantes. Pero supongo que es lo que hay.

  6. Gonzalo:

    Entre que los RSS nunca han sido herramienta masiva, y que muchos de los pocos que la usaban la están abandonando, me temo que los que lo seguimos usando somos minoría.

    Precisamente a lo que mencionas de los nichos perdidos es a lo que me refería al decir que el contenido llega a más sitios y genera más conversación. Lo que pasa es que no es una sola conversación, sino muchas distintas que no somos capaces de condensar, cosa que, por otro lado, creo que no tendría mucho sentido.

    Y sí, es lo que hay. Disfrutemos de ello.

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